Carina Magnabosco: Rompiendo barreras en el mundo del fútbol y con la mirada en México

En un entorno predominantemente masculino y con estrictas reglas culturales, Carina Magnabosco ha desafiado las expectativas y se ha consolidado como una figura clave en la gestión deportiva a nivel internacional.

De un pueblo pequeño al sur de Brasil, Carina, siendo la hermana menor y sin tener contactos previos en el fútbol, se ha convertido en un referente dentro de las canchas y las negociaciones. Con un dominio de nueve idiomas y una visión estratégica excepcional, esta brasileña ha roto paradigmas en mercados complejos como Arabia Saudita y Dubái, y ahora busca expandir su influencia en México.

Desde muy joven, Carina demostró su determinación y perseverancia. Aunque su carrera comenzó en el mundo del derecho y las negociaciones internacionales, su capacidad para intermediar en contratos deportivos la llevó a especializarse en el management futbolístico. Su gran oportunidad llegó cuando fue la primera mujer autorizada para representar jugadores en Arabia Saudita, un hito que marcó el inicio de su ascendente trayectoria en el fútbol profesional.

“No fue algo premeditado, empecé haciendo los contratos y las negociaciones, empecé con el mercado chino, en la época no tenía muchas personas que hablaban chino en Brasil y como conocía bien la materia deportiva, ya conocía muchos futbolistas, empecé a hacer sola la intermediación.”

Adaptarse a entornos culturales distintos ha sido uno de sus mayores desafíos. En su rol de negociadora y directora de equipos, tuvo que ajustar su estilo de liderazgo para moverse con fluidez dentro de las normas empresariales del mundo árabe.

«Las reglas no cambian la negociación en sí, pero los hábitos y costumbres requieren adaptación.»

Su desempeño ha sido tan destacado que, tras asumir la dirección de un equipo de segunda división en Dubái, se convirtió en la primera mujer en tener a su cargo un equipo de fútbol en esa región. Posteriormente, Carina recibió siete propuestas de otros equipos locales. Sin embargo, su mayor fortaleza no radica solo en su conocimiento técnico, sino en su resiliencia.

En 2021, tras un grave accidente que le dejó sin movilidad y la obligó a una larga recuperación, Carina no se permitió desistir. Apenas recuperó la conciencia, volvió a trabajar y a consolidar su camino en la industria deportiva.

«Nunca desisto de mis sueños ni de mis metas.» afirma con convicción.

 

 

Hoy, con una visión clara, la conocida Barbie del Fútbol busca abrir mercado en México, no solo para posicionarse dentro de un equipo en la parte técnica, sino también para mapear y potenciar el talento futbolístico local en mercados internacionales. Con un análisis claro a nivel técnico y ejecutivo (predominancia de estilo de juego, cómo se mueven, análisis del mercado, etc.), demuestra cómo una mujer tiene dominio en un deporte que ha sido manejado en su mayoría por figuras masculinas.

«Mi objetivo no es importar jugadores, sino exportar el talento mexicano a ligas extranjeras.»

Su historia es un testimonio de esfuerzo, estrategia y valentía. Para las mujeres que buscan incursionar en la industria del fútbol, su consejo es simple pero poderoso:

«No desistir nunca. Siempre hay una manera de abrir camino.»

Sin duda, Carina Magnabosco es una pionera en su campo y una inspiración para las nuevas generaciones de mujeres en el deporte.

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